2016-03-24

Latín - Introducción a Gramática

Latín

Gramática

Al conjunto de formas que puede tomar una misma palabra según su caso se le denomina paradigma de flexión. Los paradigmas de flexión de sustantivos y adjetivos se denominan en gramática latina declinaciones, mientras que los paradigmas de flexión de los verbos se llaman conjugaciones. En latín el paradigma de flexión varía de acuerdo con el tema al que está adscrita la palabra. Los nombres y adjetivos se agrupan en cinco declinaciones, mientras que los verbos se agrupan dentro de cuatro tipos básicos de conjugaciones.

Sustantivos

En latín, el sustantivo, el adjetivo (flexión nominal) y el pronombre (flexión pronominal) adoptan diversas formas de acuerdo con su función sintáctica en la frase, formas conocidas como casos gramaticales. Existen en latín clásico seis formas que pueden tomar cada sustantivo, adjetivo o pronombre («casos»):
  1. nominativo: es usado cuando el sustantivo es el sujeto o atributo (o predicado nominal) de la oración o frase.
  2. vocativo: identifica a la persona a la que se dirige el hablante, se podría decir que es una llamada de atención. Incluso, puede servir como saludo.
  3. acusativo: se usa, sin rección de preposición alguna, cuando el sustantivo es el objeto directo de la frase, o bien como sujeto del denominado infinitivo «no concertado»; cuando va regido por una preposición, pasa a desempeñar la función sintáctica de complemento circunstancial.
  4. genitivo: indica el complemento y las características del nombre (sustantivo o adjetivo).
  5. dativo: se usa para señalar el objeto indirecto, con ciertos verbos y, a veces, como agente (en la conjugación perifrástica pasiva) y poseedor (con el verbo sum).
  6. ablativo: caso gramatical que denota separación o movimiento desde un lugar. El latino además, incluía en él la causa, el agente, usos como instrumental, locativo y adverbial.
Además, hay restos de un caso adicional indoeuropeo: el locativo (indicando localización, bien en el espacio, bien en el tiempo):
rurī 'en el campo', domī 'en (la) casa'.
El adjetivo también tiene formas flexivas, dado que concuerda necesariamente con un sustantivo en caso, género y número.

Verbos

Tema infectumTema perfectum
Presentepresentemittitpretérito perfectomisit
Pasadoimperfectomittebatpretérito pluscuamperfectomiserat
Futurofuturo imperfectomittetfuturo perfectomiserit
A grandes rasgos hay dos temas dentro de la conjugación del verbo latino,infectum y perfectum: en el infectum están los tiempos que no indican un fin, una terminación, como el presente, el imperfecto y el futuro; son tiempos que no señalan el acto acabado, sino que, sea que está ocurriendo en el presenteocurría con repetición en el pasado (sin indicar cuando acabó), o bien un acto futuro. En este tema del verbo la raíz no cambia, al contrario que con el perfectum, que tiene su propia terminación irregular (capere: pf. cepi — scribere: pf. scripsi — ferre pf. tuli — esse pf. fui — dicere pf. dixi).
El perfecto (del latín perfectum, de perficere 'terminar', 'completar') en cambio indica tiempos ya ocurridos, terminados, que son el pretérito, el pluscuamperfecto y el futuro perfecto.
Ambos cuentan con los siguientes modos gramaticales (a excepción del imperativo, que no existe en perfectum): elindicativo, que expresa la realidad, certeza, la verdad objetiva; el subjuntivo expresa irrealidad, subordinación, duda, hechos no constatados, a veces usado como optativo; el imperativo, que denota mandato, ruego, exhortación, y el infinitivo, una forma impersonal del verbo, usada como subordinado ante otro, o dando una idea en abstracto. Con seis personas en cada tiempo —primera, segunda y tercera, cada una en singular y plural— y dos voces —activa cuando el sujeto es el agente y pasiva cuando el sujeto padece una acción no ejecutada por él—, más los restos de una voz media, un verbo no deponente normalmente posee unas 130 desinencias.
Tema en1ª persona3ª personafuturoinfinitivo
āamōamatamābitamāre
ēhabhabethabēbithabēre
3a°consonantedīcōdīcitdīcetdīcere
3b°i "impura"facfacitfacietfacere
īaudauditaudietaudīre
Los verbos en latín usualmente se identifican por cinco diferentes temas de conjugaciones (los grupos de verbos con formas flexivas similares): el tema en -a larga (-ā-), el tema en -e larga (-ē-), tema en consonante, tema en -i larga (-ī-) y, por último, el tema en -i breve (-i-). Básicamente solo hay un modo de la conjugación latina de los verbos, pero vienen influidos por cierta vocal que provoca algunos cambios en sus desinencias. Por ejemplo, en su terminación de futuro: mientras lo común era indicarlo mediante un tiempo proveniente del subjuntivo, en los verbos influidos por E o A larga, el futuro sonaría exactamente igual que el presente, por lo que tuvieron que cambiar sus desinencias.

Sintaxis

El objeto de la sintaxis es organizar las partes del discurso de acuerdo con las normas de la lengua para expresar correctamente el mensaje. La concordancia, que es un sistema de reglas de los accidentes gramaticales, en latín afecta a géneronúmerocaso y persona. Ésta jerarquiza las categorías gramaticales, de tal manera que el verbo y el adjetivo adecúan sus rasgos a los del nombre con el que conciertan. Las concordancias son adjetivo/sustantivo o de verbo/sustantivo. Obsérvese el ejemplo: «Animus aequus optimum est aerumnae condimentum» («Un ánimo equitativamente bueno es el condimento del desastre»).
Mediante la construcción se sitúan los sintagmas en el discurso. En latín el orden de la frase es S-O-V, o sea, primero va el sujeto, el objeto, y al final el verbo. Esta idea de construcción supone que las palabras tienen ese orden natural; no es tan fácil de establecer en rigor. Un ejemplo de orden natural sería «Omnia mutantur, nihil interit» («Todo cambia, nada perece»). Por oposición, al orden que incluye desviaciones de la norma, por razones éticas o estéticas, se le da el nombre de figurado, inverso u oblicuo, como en «Vim Demostenes habuit», donde Demostenes ha sido desplazado de su primer lugar propio.

Fonética y fonología

LetraPronunciación
ClásicaVulgar
ăA breve[a][a]
āA larga[aː][a]
ĕE breve[ɛ][ɛ]
ēE larga[eː][e]
ĭI breve[ɪ][e]
īI larga[iː][i]
ŏO breve[ɔ][ɔ]
ōO larga[oː][o]
ŭV breve[ʊ][o]
ūV larga[uː][u]
Y breve[y][e]
ȳY larga[yː][i]
æÆ[aɪ] > [ɛː][ɛ], a veces [e]
œŒ[ɔɪ] > [e][e]
auAV[aʊ̯][aʊ̯] > [o]
(Consúltese el Alfabeto Fonético Internacional
para una explicación de los símbolos usados)
El latín se pronunciaba de forma diferente en los tiempos antiguos, en los tiempos clásicos y en los posclásicos; también era diferente el latín culto de los diversos dialectos de latín vulgar. Al ser el latín una lengua muerta, no se sabe con exactitud la pronunciación de la grafía latina: históricamente se han propuesto diversas formas. Las más conocidas son la eclesiástica (o italiana) que se acerca más a la pronunciación del latín tardío que a la del latín clásico, la pronuntiatio restituta (pronunciación reconstruida), que es el intento de reconstruir la fonética original, y la erasmita. La comparación con otras lenguas indoeuropeas también es importante para determinar el probable valor fonético de ciertas letras.
No hay un acuerdo entre los estudiosos. Pero parece ser que el latín, a lo largo de su historia, pasó por períodos en los que el acento era musical y por otros en los que el acento era de intensidad. Lo que está claro es que el acento tónico depende de la cantidad de las sílabas según el siguiente esquema:
  1. Se puede decir que en latín no hay palabras agudas (acentuadas en la última sílaba). Sin embargo, puede ser que un número muy reducido de palabras, por ej. adhūc, haya tenido el acento al final.
  2. Toda palabra de dos sílabas es llana.
  3. Para saber la acentuación de las palabras de tres o más sílabas, hemos de conocer la cantidad de la penúltima sílaba. Si esta sílaba es "pesada" o "larga" por tener una vocal larga o por terminar en consonante, la palabra es llana; si es "ligera" o "breve", la palabra es esdrújula.
  4. El latín tiene cuatro diptongos, que son: ae, au, eu, oe.

Sistema vocálico[editar]

El latín clásico tenía cinco vocales breves /a, e, i, o, u/ y cinco vocales largas /ā, ē, ī, ō, ū/ con valor de distinción fonológica. La y (i Græca) originalmente no formaba parte del sistema vocálico latino y solo aparecía en préstamos cultos griegos. Su pronunciación en el griego clásico correspondía aproximadamente a la de la u francesa o ü alemana [y]. En latín generalmente se pronunciaba como una i, pues para la población poco educada resultó difícil pronunciar la /y/ griega. Otras evidencias a favor de la existencia del sonido /y/ en latín es que era una de las tres letras claudias, concretamente la llamada sonus medius (escrito como: ) se creó para representar un sonido intermedio entre [i] y [u], muy probablemente [y] (o tal vez [ɨ]) que aparecía estar detrás de ciertas vacilaciones como OPTUMUS / OPTIMUS 'óptimo', LACRUMA / LACRIMA'lágrima'.

Consonantes

Las consonantes F, K, L, M, N, P, S se pronunciaban como en castellano. La B, D, G eran siempre oclusivas sonoras. La Crepresentaba los sonidos [k] y [g] en latín arcaico, aunque en latín clásico se reservó solo para el sonido [k] al crearse la letra G. El dígrafo QU correspondía en latín tardío a [kw] (en latín arcaico seguramente era una labiovelar [kw]). La pronunciación de R sencilla no está clara. Podría haber sido como la del castellano (que según la posición es [ɾ] vibrante simple o [r] vibrante múltiple) o tal vez como la del italiano (que muchas veces es [ɾ] incluso en inicio de palabra); entre dos vocales podría haber sido igual a la "rr" del castellano (por lo que CARŌ sonaría con la misma de "rr" de "carro") o tal vez una geminada [ɾː]. La letra V representaba según el contexto la semiconsonante /w/ o las vocales /ŭ, ū/. En latín tardío Vpasó a [β], reforzándose en [b] inicial en algunos dialectos occidentales y fricativizándose [v] en la mayor parte de la Romanía. La x tenía el sonido [ks], como en éxito. La Z originalmente no formaba parte del alfabeto latino y aparecía solamente en algunos préstamos griegos y correspondía, al principio, al sonido [dz] como en la palabra italiana gazza, luego terminó fricativizándose en [z].
No se sabe con certeza la pronunciación exacta de la s latina. Teniendo en cuenta que era la única sibilante en el sistema consonántico latino, y que en el desarrollo del francés podría haber sido la causa del desarrollo de la vocal [a] del francés medieval a [ɑ] antes de ella (ej. casse, del latín CAPSA, pronunciada originalmente [kasə] y luego [kɑsə]), muchos lingüistas consideran que tenía un sonido de realización apicoalveolar o predorsodental de /s/, parecido al del castellano del medio y norte de España. Algunos han propuesto que en muchas lenguas con una única sibilante el alófono principal de /s/ esapicoalveolar, ya que no existe la necesidad de distinguirlo de otro fonema que sería la [ʃ]. Aunque por otra parte, sí existen lenguas con una sibilante donde la /s/ no es apicoalveolar, por ejemplo el español de América. Quizás este hecho sea el origen del rotacismo intervocálico latino en palabras como FLOS > FLŌRĒS (< *floses).
El inventario consonántico del latín arcaico, reconstruible de la ortografía de la lengua y la comparación con otras lenguas indoeuropeas antiguas, sería aproximadamente:
LabialAlveolarPalatalVelarLabio-
velar
Glotal
Oclusivasordaptk
sonorabdg(gʷ)
Fricativafsh
Sonorantesr, ljw
Nasalmn
La existencia de un fonema /gʷ/ distintivo es más insegura ya que el latín arcaico no distinguía ortográfiamente entre C y Goriginalmente, y a diferencia de lo sucedido con /kʷ/ para el que existía un signo gráfico distinto QU no es seguro si el dígrafo GU ante vocal correspondía a /gʷ/ o a /gw/.

Evolución del latín: el latín vulgar

Latín vulgar (en latín, sermo vulgaris) (o latín tardío) es un término que se emplea para referirse a los dialectos vernáculosdel latín hablado en las provincias del Imperio romano. En particular, el término se refiere al período tardío, que abarca hasta que esos dialectos se diferenciaron los unos de los otros lo suficiente como para que se les considerase el período temprano de las lenguas romances. La diferenciación que se suele asignar al siglo IX aproximadamente.
Ya en el ámbito de la gramática, habría que destacar los siguientes fenómenos: en el sistema verbal, la creación de formas compuestas (normalmente mediante la combinación de habere con el participio pasado de otro verbo) paralelas al paradigma sintético ya existente; y la construcción de la pasiva con el auxiliar ser y el participio del verbo que se conjuga (el francés y el italiano también emplean ser como auxiliar en los tiempos compuestos de verbos de «estado» y «movimiento»).
Los seis casos de la declinación latina se redujeron y posteriormente se reemplazaron con frases prepositivas (el rumano moderno mantiene un sistema de tres casos, tal vez por influencia eslava; hasta el siglo XVIII también algunas variantes romanches de Suiza tenían caso). Si en latín no había artículos, los romances los desarrollaron a partir de los determinantes; son siempre proclíticos, menos en rumano, lengua en la que van pospuestos al sustantivo.
En cuanto a los demostrativos, la mayoría de las lenguas románicas cuenta con tres deícticos que expresan «cercanía» (este), «distancia media» (ese) y «lejanía» (aquel). Sin embargo, el francés y el rumano distinguen solo dos términos (uno para «proximidad» y otro para «lejanía»). El género neutro desapareció en todas partes menos en Rumania y Galicia. El orden sintáctico responde a la libre disposición de los elementos en la oración propia del latín. Aun así domina ordenación sintagmática de sujeto + verbo + objeto (aunque las lenguas del sureste permiten mayor flexibilidad en la ubicación del sujeto).

Cambios fonéticos

El latín tardío o latín vulgar cambió muchos de los sonidos del latín culto o clásico (1).
Los más importantes procesos fonológicos que afectaron al consonantismo fueron: la lenición de consonantes intervocálicas (las sordas se sonorizan y las sonoras desaparecen) y la palatalización de consonantes velares y dentales, a menudo con una africación posterior (lactuca > gallego, leituga; español, lechuga; catalán, lletuga). Ambos procesos tuvieron mayor incidencia en el Oeste (de las lenguas occidentales, el sardo fue la única que no palatalizó). Otra característica es la reducción de las geminadas latinas, que solamente preservó el italiano.
  • Los fonemas /k/ y /t/ se palatalizan si les precede una yod:
    • Si a <c, qu> /k/ sigue una /e/ o /i/ muta a /tʃ/ en la Romania oriental y /ts/ en la occidental (y según la evolución de cada lengua romance, posteriormente a /s/ o /θ/).
    • Si a /t/ sigue una /i/ en diptongo muta a /ts/.
  • Palatización del fonema /g/ hacia una [ʤ] ante e, i que después muy pronto se fricativizó en la Romania occidental resultando en una [ʒ]; este último sonido fue el que se conservó en francés, catalán y portugués, mientras que en castellano, primero se ensordeció dando una [ʃ] que luego terminó velarizándose en el sonido moderno de la jota /x/ durante los siglos XVI y XVII.
  • Los diptongos ae y oe pasaron a ser /ε/ (e abierta) y /e/ (e cerrada) y el diptongo au, da paso a ou y finalmente /o/.
  • El sistema de 10 fonemas vocálicos, 5 largos y 5 breves, se fue perdiendo, pasando a ser de 7, sufriendo luego más cambios en las lenguas romances. Así en el castellano, por ejemplo, las variantes abiertas [ε] y [ɔ] se convirtieron en los diptongos ie [je] y ue [we], respectivamente, mientras que en el sardo se fusionaron con las variantes cerradas /e/ y /o/; por lo tanto estos dos idiomas cuentan con solo cinco vocales: /a, e, i, o, u/.
  • Todas las oclusivas finales (t, d, k, p, b) y la nasal /m/ se perdieron por lenición.
Aquí también se podrían agregar algunos otros cambios fonéticos, como la pérdida de la /d/ intervocálica en castellano o la pérdida de la /n/ y /l/ en portuguésgallegocatalán y occitano.

Cambios morfosintácticos

Declinación

Latín clásico
Nominativo:rosa
Acusativo:rosam
Genitivo:rosae
Dativo:rosae
Ablativo:rosā
Latín vulgar
Nominativo:rosa
Acusativo:rosa
Genitivo:rose
Dativo:rose
Ablativo:
Latín clásico
Nominativo:bonus
Acusativo:bonum
Genitivo:bonī
Dativo:bonō
Ablativo:bonō
Latín vulgar
Nominativo:bonus
Acusativo:bonu
Genitivo:boni
Dativo:bonu
Ablativo:
El latín de ser una marcada lengua sintética pasó a ser poco a poco una lengua analítica, en la que el orden de las palabras es un elemento de sintaxis necesario. Ya en el latín arcaico empezó a constatarse la desestima de este modelo y se advierte su reemplazo por un sistema de preposiciones. Este sistema no se propició de forma definitiva hasta que ocurrieron los cambios fonéticos del latín vulgar. Esto provocó que el sistema de casos fuera difícil de mantener, perdiéndolos paulatinamente en un lapso relativamente rápido.
Algunos dialectos conservaron una parte de este tipo de flexiones: el francés antiguo logró mantener un sistema de casos con un nominativo y uno oblicuo hasta entrado el siglo XII. El occitano antiguo también conservó un sistema parecido, así como el retorromano, que lo perdió hace unos 100 años. El rumano aún preserva un separado genitivo-dativo con vestigios de un vocativo en las voces femeninas.
La distinción entre el singular y el plural se marcaba con dos formas diferentes en las lenguas romances. En el norte y en el oeste de la línea Spezia-Rimini, al norte de Italia, el singular usualmente se distingue del plural por una /s/ final, que se presenta en el antiguo plural acusativo. Al sur y al este de esta misma línea, se produce una alternancia vocálica final, proveniente del nominativo plural de la primera y la segunda declinación.

Deixis

La influencia del lenguaje coloquial, que prestaba mucha importancia al elemento deíctico o señalador, originó un profuso empleo de los demostrativos. Aumentó muy significativamente el número de demostrativos que acompañaban al sustantivo, sobre todo haciendo referencia a un elemento nombrado antes. En este empleo anafórico, el valor demostrativo de ille (o de ipse, en algunas regiones) fue desdibujándose para aplicarse también a todo sustantivo que se refiriese a seres u objetos consabidos. De este modo, surgió el artículo definido (el, la, los, las, lo) inexistente en latín clásico y presente en todas las lenguas romances. A su vez, el numeral unus, empleado con el valor indefinido de alguno, cierto, extendió sus usos acompañando al sustantivo que designaba entes no mencionados antes, cuya entrada en el discurso suponía la introducción de información nueva. Con este nuevo empleo de unus, surgió el artículo indefinido (un, una, unos, unas) que tampoco existía en latín clásico.

Determinantes

En latín clásico los determinantes solían quedar en el interior de la frase. Sin embargo, el latín vulgar propendía a una colocación en que las palabras se sucedieran con arreglo a una progresiva determinación, al tiempo que el período sintáctico se hacía menos extenso. Al final de la época imperial este nuevo orden se abría paso incluso en la lengua escrita, aunque permanecían restos del antiguo, sobre todo en las oraciones subordinadas.
Las preposiciones existentes hasta ese momento eran insuficientes para las nuevas necesidades gramaticales y el latín vulgar tuvo que generar nuevas. Así, se crearon muchas preposiciones nuevas, fusionando muchas veces dos o tres que ya existiesen previamente, como es el caso de detrás (de + trans), dentro (de + intro), desde (de + ex + de), hacia (facie + ad), adelante (<adenante <ad + de + in + ante).

Uso moderno del latín

Hoy en día, el latín sigue siendo utilizado como lengua litúrgica oficial de la Iglesia católica de rito latino. Es la lengua oficial de la Ciudad del Vaticano. Su estatus de lengua muerta (no sujeta a evolución) le confiere particular utilidad para usos litúrgicos y teológicos, ya que es necesario que los significados de las palabras se mantengan estables. Así, los textos que se manejan en esas disciplinas conservarán su significado y su sentido para lectores de distintos siglos. Además, esta lengua se usa en medios radiofónicos y de prensa de la Ciudad del Vaticano. El papa entrega sus mensajes escritos en este idioma; las publicaciones oficiales de la Santa Sede son en latín, a partir de las cuales se traducen a otros idiomas. En noviembre de 2012 fue fundada la Pontificia Academia de Latinidad por el Papa Benedicto XVI para potenciar el latín en todo el mundo. En la Iglesia anglicana, después de la publicación de el Libro de Oración Común anglicano de 1559, una edición en latín fue publicada en 1560 para usarse en universidades; como en la de Oxford, donde la liturgia se celebra aún en latín. Más recientemente apareció una edición en latín del Libro de Oración Común de los Estados Unidos de 1979.
Por otra parte, la nomenclatura de especies y grupos de la clasificación biológica sigue haciéndose con términos en latín o latinizados. Además de la terminología de la filosofía y medicina, donde se preservan muchos términos, locuciones y abreviaciones latinas. En la cultura popular aún puede verse escrito en los lemas de universidades u otras organizaciones y también puede oírse en diálogos de películas que se desarrollan en época romana como Sebastiane y La Pasión de Cristo.
FUENTE: https://es.wikipedia.org/wiki/Lat%C3%ADn